De Las Brozas a Brozas: historia de un cambio de nombre
Todos los broceños sabemos (o deberíamos saber) que nuestro pueblo comenzó llamándose "Las Broças", allá por el siglo XIII, cuando los cristianos conquistaron estas tierras y surgió nuestra villa, pero que posteriormente la ç (que ya no se usa en castellano) se convirtió en la z actual y que el artículo "Las" desapareció, llegando por tanto al "Brozas" actual. Este cambio ha dado lugar, de hecho, a cierta polémica en los últimos 20-25 años, ya que desde algunas instancias se ha pretendido que el nombre real del pueblo debería ser "Las Brozas", y a tanto ha llegado la cosa que tal denominación ha llegado a aparecer en publicaciones oficiales, artículos de prensa, etc. Personalmente, siempre he defendido que Brozas es Brozas, y ya está, y para ello siempre me he basado en los argumentos que puedo usar, es decir, en la documentación histórica.
La cuestión está en saber el proceso por el cual ese artículo se perdió; es cierto que, incluso en nuestro entorno más cercano, hay pueblos cuyos nombres también han cambiado de la misma forma: Las Navas, La Mata, La Aliseda, El Casar, El Arroyo, Las Garrovillas... perdieron sus artículos, aunque algunos los conserven en su denominación "popular". En la mayoría de estos casos, esa pérdida fue una imposición administrativa, vinculada al progresivo abandono de los artículos en los nombres de lugares (pueblos y ciudades, pero también países). De esta forma, con el fin del Antiguo Régimen y la llegada del liberalismo a España, se produjo una uniformización en el nomenclátor (índice de topónimos) español que dio lugar a casi todas las denominaciones actuales de localidades de nuestro país.
Sin embargo, este no fue el caso de Brozas, porque el nombre de nuestro pueblo había perdido el "Las" mucho, mucho antes. Hay que remontarse, de hecho, al siglo XVII para empezar a encontrar en los documentos "Broças" a secas, y a principios del XVIII para hallar la denominación actual, con "z" en vez de con "ç". Entre esos documentos, el más relevante es, desde mi punto de vista, la visita al concejo de la villa que realizó don Juan de Orive Salazar en el año 1679; este es, creo, el primer documento oficial donde aparece la nueva denominación, ya que su título es “Visita del concejo de la villa de Broças y de sus preheminençias, usos y costumbres, derechos y servidumbres" (está en el libro nº 63 del parroquial de Santa María, conservado en el Archivo Histórico Diocesano de Cáceres, por si alguien quiere acercarse y comprobarlo por sí mismo...).
Y ayer mismo encontré otra prueba aún más antigua del artículo ya perdido; consultando los protocolos notariales de la ciudad de Plasencia, encontré un documento de 1610 en el que el estanquero de pimienta (sí, la pimienta, como la sal, era un producto estancado en la España de entonces) anotaba la pimienta que había vendido a lo largo del año. En ese documento aparece esta anotación
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